lunes, 17 de noviembre de 2008

Explotación, exportación y comercialización del AGUA II

La Crisis

Un Recurso Que No Es Inagotable


Se suele pensar que el caudal del agua es tan magno como infinito. Este razonamiento es falso. El agua dulce disponible no alcanza ni el 0,5 por ciento de la totalidad del agua existente. El resto es agua salada o forma parte de hielos inaccesibles, de aguas subterráneas y de la tierra misma. Lo más importante es recordar que se trata de una fuente limitada.

Tal como lo puso Allerd Stikker de la Ecological Management Foundation, con sede en Amsterdam: "Sencillamente hablando, la cuestión hoy en día es que mientras la única fuente renovable de agua dulce reside en la lluvia (que genera un caudal mundial más o menos constante de 40 a 45.000 km cúbicos al año), la población mundial sigue incrementándose al ritmo de unos 85 millones de habitantes al año. Por lo tanto, el agua disponible per-capita dismimuye a pasos agigantados."

Lo más preocupante es que nos dedicamos a desviar, contaminar y agotar esa fuente limitada de agua potable a una velocidad vertiginosa.

A nivel mundial, el consumo del agua se duplica cada 20 años, a un ritmo más de dos veces mayor al crecimiento de la población humana, con las correspondientes exigencias sobre nuestros ecosistemas acuáticos. Por ejemplo se preveé que el consumo de agua para usos industriales se duplicará de aquí al 2025 si seguimos creciendo como en la actualidad. Según las Naciones Unidas, hoy día 31 países padecen escasez y más de mil millones de personas carecen de agua potable. De aquí al año 2025, hasta dos terceras partes de la población mundial -que para entonces se habrá incrementado en otros 2,6 mil millones de habitantes- padecerán graves problemas de escasez. La tercera parte restante se verá casi totalmente privada de agua.

World Resources, publicación conjunta del programa de las Naciones Unidas sobre medio ambiente, del Banco Mundial y del World Resources Institute, lanza una advertencia estremecedora: "La sed mundial tiende a convertirse en una de las cuestiones más acuciantes del siglo XXI…En algunos casos, la explotación del agua es tan intensa en relación con los recursos de que disponemos, que las aguas superficiales están evaporándose y las reservas subterráneas se están agotando a un ritmo más acelerado que el de la cantidad recibida por las precipitaciones."

La explotación abusiva de las aguas subterráneas y el agotamiento de las capas acuíferas se han convertido en graves problemas para las regiones mayormente agrícolas del mundo. En los EE.UU. la capa a
cuífera de los altos llanos de Ogallala, que se extiende sobre 1300 kilómetros desde la faja angosta de Texas hasta Dakota del Sur, se está vaciando ocho veces más deprisa de lo que la naturaleza pueda tardar en volver a llenarla. Y la superficie de saturación del valle californiano de San Joaquín ha caído de unos diez metros en algunos lugares en los últimos cincuenta años. Veintiún por ciento de la irrigación en EE.UU se hace bombeando el agua subterránea a un ritmo superior al de su capacidad de regeneración.

En la península de Arabia, el consumo de agua subterránea es casi tres veces mayor al volumen de realimentación y, si se sigue extrayendo de esta manera, el agua de Arabia Saudí terminará agotándose por completo dentro de cincuenta años; la extracción en Israel sobrepasa el ritmo de realimentación en 2,5 mil millones de metros cúbicos en 25 años y 13 por ciento de las reservas del litoral están contaminadas por el agua marina y los residuos de los abonos; el ritmo de agotamiento de las capas acuíferas no recargables del Africa se calcula en 10.000 millones de metros cúbicos al año; las superficies de saturación están bajando en toda la India; la tierra debajo de la ciudad de Bangkok se ha hundido debido al bombeo masivo y abusivo del agua; ocho regiones del norte de China están tirando de sus últimos recursos acuáticos y la superficie de saturación debajo de Beijing ha caído de 37 metros en los últimos cuarenta años. La crisis del agua es tan grave en esa ciudad que los expertos se están planteando el traslado del gobierno chino a otro lugar.

En la ciudad de México el bombeo sobrepasa la realimentación natural en 50 a 80 por ciento cada año y los especialistas están diciendo que la ciudad podría quedarse sin una gota de agua en el próximo decenio. En las áreas de libre comercio de las maquiladoras a lo largo de la frontera entre México y los EE.UU., el agua es una mercancía preciada, que se suministra cada semana en muchas localidades en camiones o carretas. A principios del año 2001, la Comisión Nacional del Agua hizo constar que la zona fronteriza, que es un verdadero vertedero de desechos industriales y humanos, únicamente consigue depurar una tercera parte de las aguas de desecho y del alcantarillado. Ciudad Juárez, que crece a razón de 50.000 habitantes al año, se está quedando sin agua; el agua subterránea de la que depende la ciudad ha ido bajando unos cinco pies al año. A este ritmo, ya no quedará agua utilizable dentro de veinte años.

Como explica Stikker, si comparamos el agua con una inversión financiera, lo que estamos haciendo es disminuir irreversiblemente el capital del que disponemos en lugar de sacar provecho de sus ingresos. Y no tardaremos en quebrar.

Sandra Postel del proyecto mundial de política de las aguas, puntualiza que, además de agotar el caudal, la explotación minera de las aguas subterráneas hace que el agua salada invada y destruya las reservas de agua dulce. En algunos casos, este tipo de actividad reduce para siempre la capacidad de la tierra a acumular el agua. En California, el uso y abuso de las reservas subterráneas en el Valle Central han resultado en la pérdida de más de un 40 por ciento de la capacidad de almacenaje de todos los embalses artificiales del estado. En 1998, el Ministerio Californiano de recursos hídricos anunció que a menos de encontrar nuevas reservas, el estado tendría que hacer frente de aquí al 2020, a una escasez de agua prácticamente equiparable al volumen de lo que sus pueblos y ciudades están consumiendo hoy día.

Además, la expansión mundial de las actividades de minería y de fabricación está amenazando con contaminar aún más estas reservas subterráneas. (En la mayoría de los países asiáticos, por ejemplo, estas reservas suministran más de un 50 por ciento del agua del país.) World Resources señala que la industrialización acelerada de los países en desarrollo va generando los metales pesados, los ácidos y agentes contaminantes orgánicos persistentes que terminarán corrumpiendo las capas acuíferas.

Al mismo tiempo la explotación abusiva de los principales sistemas fluviales del planeta, está amenazando otra fuente limitada de agua. "El Nilo en Egipto, el Gánges en Asia del Sur, el Río Amarillo en China y el Río Colorado en América cuentan entre los principales ríos tan masivamente explotados (presas y desvíos por doquier, consumo excesivo), que hay determinadas épocas en las que el agua potable ni llega a su destino final o de hacerlo, su cantidad es ínfima", escribe Sandra Postel. El Río Colorado tiene tantísimos consumidores a lo largo de su recorrido por siete estados de los EE.UU., que no queda prácticamente agua en su desembocadura hacia el mar. Los caudales del Río Grande y de la parte superior del Río Colorado están en peligro de verse reducidos en un 75 y un 40 por ciento, respectivamente, en el siglo que viene.

Pero quizás el análisis más devastador de la crisis mundial del agua es el que proviene del ingeniero hidrológico Michal Kravèík y de su equipo de científicos de la ONG Gente y Agua de la República Eslovaca. Kravèík, que ha proseguido una brillante carrera en la Academia de Ciencias de la República, se ha dedicado a estudiar el efecto de la urbanización, de la industria agrícola, de la deforestación, de la construcción de presas, y de las infraestructuras y pavimentos construídos por encima de los sistemas hidrológicos en su país y en los países vecinos, y ha llegado a una conclusión alarmante. La destrucción del habitat natural del agua no sólo genera una crisis de abastecimiento que afecta a las personas y a los animales, sino que disminuye gravemente la cantidad de agua potable de la que dispone el planeta.

Kravèík describe el ciclo hidrológico de una gota de agua. Para empezar se evapora de una planta, de la superficie terrestre, de un pantano, de un río, de un lago o del mar para acabar volviendo a la tierra en forma de precipitación. Si la gota de agua vuelve a caer en un bosque, lago, hierba, prado o campo, puede cooperar con la naturaleza para iniciar un nuevo ciclo hidrológico. "El derecho de domicilio de una gota forma parte de los derechos fundamentales, y es un derecho infinitamente más importante que los derechos humanos", afirma Kravèík.

Sin embargo, si la superficie de la tierra se pavimenta por entero, si es desnudada de sus bosques y praderas, y si se drenan sus torrentes y arroyos naturales, la gota no llegará a formar parte de la cuenca de un río o de las capas acuíferas de tierra firme, dónde es tan necesaria para la gente y los animales, sino que caerá en el mar donde se limitará a ser almacenada. Es como la lluvia que cae en un enorme tejado o un gigantesco paraguas; todo lo que está debajo queda seco y el agua fluye hacia su perímetro. Como consecuencia, la disminución del agua de las capas acuíferas en tierra firme contribuye a reducir la evaporación del agua de la superficie terrestre y se convierte en una pérdida neta, mientras que los mares van subiendo. En Eslovaquia, los científicos hallaron que por cada uno por ciento de los tejados, pavimentos, estacionamientos y autopistas que se construyen, el volumen del abastecimiento del agua pierde más de 100.000 millones de metros cúbicos al año.

Kravèík lanza una inquietante advertencia sobre el número en aumento de lo que él denomina "manchas calientes" - es decir los lugares en los que ya no queda ni una sola gota de agua. A medida que la tierra se irá secando, asistiremos al calentamiento masivo del planeta y a los correspondientes extremos climáticos: sequía, mayor vulnerabilidad a la atmósfera, aumento de la radiación solar, menor biodiversidad, derretimiento de las capas de hielo polares, inundación de territorios enteros, desertización masiva y, a un momento dado, "el caos mundial."

Informe:
EL ORO AZUL
La crisis mundial del agua y la reificación de los
recursos hídricos del planeta

Autora: Maude Barlow
Presidenta nacional del Council of Canadians (Consejo de los Canadienses)
Presidenta del Comité sobre mundialización del agua del IFG

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