El Liderato del Banco Mundial
En el tercer mundo, la situación resulta aún peor allí dónde instituciones financieras internacionales como son el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional se dedican a fomentar a toda costa la privatización del agua. Tal como lo explica Public Services International, estas instituciones deforman el libre albedrío con políticas tales como la de imponer la privatización del agua como condición para la concesión de créditos o ayudas para la cancelación de la deuda, la financiación otorgada a las multinacionales hídricas antes que a las empresas públicas y la venta de los servicios de aguas con vistas a reducir la deuda nacional.Los proyectos de privatización del agua bajo los auspicios del Banco Mundial, fomentan la creación de monopolios y protegen la corrupción rampante y la extorsión, y a menudo se negocian en el mayor de los secretos. Los acuerdos se consideran "propiedad intelectual" y el público permanece ajeno a sus modalidades. La confabulación con dictadores como Suharto en Indonesia es muy frecuente. El banco suele invertir la parte del león de la inversión mientras que la empresa se lleva los beneficios. La Suez prometió invertir 1.000 millones de dólares para privatizar el sistema de agua de Buenos Aires, pero terminó invirtiendo únicamente 30 millones; el resto provino de una agencia del Banco Mundial.Cuando el agua se privatiza, los precios salen al mercado abierto. Como dice el director de la Suez, Sr. During, " Estamos aquí para hacer dinero." Tarde o temprano la empresa que invierte tiene que recuperar su inversión, lo cual quiere decir que el cliente tiene que pagar por ello. El resultado en el tercer mundo es la exclusión de millones de pobres. Como las compañías están motivadas por el ánimo de lucro y no por el ideal de servir al público, no tienen ningún incentivo para suministrar agua a los pobres.En la India, algunos hogares llegan a pagar hasta un 25 por ciento de sus ingresos para el agua. El suministro de agua en Manila, Filipinas, fue dividido por el Banco Mundial en dos zonas en 1997, y es administrado por dos consorcios distintos. Uno de estos ellos comprendía a Bechtel y el otro a la Suez Lyonnaise des Eaux. Apenas transcurridos unos meses trás el inicio del nuevo acuerdo, subieron de manera radical los precios al consumo, contrariamente a su promesa de manterner las tarifas bajas, sopretexto de compensación por los ingresos perdidos debido a la crisis monetaria regional. Un año más tarde, la Biwater aumentó las tarifas del agua en Subic Bay en las Filipinas en un 400 por cién.La empresa multinacional británica Biwater amenazó con denunciar ante los tribunales a unos sindicalistas en Africa del Sur por haberla criticado en la web. Los sindicalistas acusaban a la empresa de una mala administración y de su involucración en el escándalo británico "arms?for?aid " de los años 1980, hecho que había sido documentado por el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes británica. El sindicato de trabajadores municipales de Afica del Sur afirma que Biwater está intentando acallar las críticas del público con la esperanza de que le sea adjudicado el primer contrato de agua privada en la historia de Africa del Sur.La postura del sindicato es inamovible: " la privatización del agua es una cuestión crucial que ha de someterse a debate público. Hay vidas humanas que dependen de la distribución equitativa de los recursos hídricos; el público debe de tener voz y voto a la hora de decidir si quiere que unos recursos tan críticos como estos sean controlados por una multinacional extranjera cuyo interés primordial reside en optimizar los beneficios… El agua es un recurso imprescindible para la vida y dada su escasez, debe de suministrarse por el sector público y permanecer así en manos de la colectividad. El agua no debe de suministrarse con la intención de hacer beneficios, sino para satisfacer las necesidades humanas."La privatización del agua es injusta por muchos motivos. Permite que las decisiones relativas a la distribución del agua giren casí exclusivamente en torno a consideraciones comerciales. Los accionarios empresariales buscan obtener el máximo beneficio, sin tener en cuenta ni el carácter sostenible de los recursos ni la igualdad de acceso. La privatización quiere decir que la administración de los recursos hídricos se funda en los principios de la escasez y de la optimización de los beneficios en lugar del aspecto sostenible de cara al mañana. Las empresas dependen del incremento del consumo para generar beneficios y por lo tanto estarán más dispuestas a invertir en la potabilización del agua marina, el desvío o la exportación de agua, antes que para su conservación.Por otra parte, la tendencia mundial hacia la reíficación de lo que fuera un servicio público reduce la participación de los ciudadanos en las decisiones relativas a la administración de las aguas. Los proyectos de agua privados regidos por el Banco Mundial, por ejemplo, conllevan exigencias relativas a una divulgación mínima sobre su contenido. Un ejecutivo de una empresa de aguas manifestó públicamente en el Foro sobre agua mundial que se mantuvo en la Haya en Marzo del 2000, que mientras que el agua siguiera saliendo del grifo, el público no tenía ningún derecho a saber como llegó hasta allí. La concentración del poder en manos de una única empresa y la incapacidad de los gobiernos de recuperar el dominio de los servicios de suministro permiten a las empresas imponer sus intereses sobre el gobierno, reduciendo así el poder democrático de los ciudadanos.Los que abogan por la privatización afirman que están buscando crear consorcios entre el sector privado y el público y procuran convencer a los interesados de que los gobiernos seguirán estableciendo las reglas. Sin embargo, como la prestación de servicios de abastecimiento de agua no redunda en sí sola en recetas suficientes, las compañías van buscando acaparar cada vez más el control exclusivo sobre estos suministros mediante la adquisición de infraestructuras y permisos de explotación. Están logrando evitar la participación del público y creando enormes monopolios contra los cuales los suministradores locales no pueden competir.Al apoyar la financiación de proyectos a gran escala, el Banco Mundial y otras instituciones de este tipo suelen dar la preferencia a grandes proyectos de infraestructura que abarquen servicios públicos múltiples, en beneficio de las grandes empresas, lo cual conduce a la creación de monopolios. Para mayor insulto, el Banco Mundial está apoyando estas grandes empresas con fondos públicos, y asume los riesgos, mientras que la empresa cosecha los beneficios. Y a menudo ocurre que los gobiernos, que supuestamente representan a su pueblo, tienen que garantizar al accionista que recibirá los ingresos correspondientes. Chile tuvo que garantizar un margen de beneficios del 33 por ciento a la Suez Lyonnaise des Eaux como condición impuesta por el Banco Mundial - cualquiera que fuera el rendimiento.Pero más preocupante aún es el hecho de que las estrechas alianzas entre los gobiernos, el Banco Mundial y las empresas suministradoras de agua, otorgan a estas empresas una influencia indebida sobre las políticas del gobierno que favorecen sus intereses, tales como la desreglamentación y el libre comercio, y un acceso preferencial a los contratos de suministro que se van produciendo. El objetivo declarado del Banco Mundial cuando concedió un préstamo a las infraestructuras de aguas de Budapest consistía en "amortizar la resistencia política ante la participación del sector privado." En las Filipinas las empresas suministradoras de agua pueden apelar las decisiones y medidas que el gobierno tome contra ellas ante un panel internacional de arbitraje designado por la Cámara de Comercio Internacional.Estos contratos apoyados por el Banco Mundial han llegado tan lejos que ahora ya llegan a contener una forma de " seguro democrático." Un contrato recientemente firmado entre Azurix y el gobierno argentino garantiza el pago al contado por "expropiación" en caso de que un gobierno futuro cambie de idea y desee restablecer los servicios de suministro de agua bajo control público.
Informe:EL ORO AZUL. La crisis mundial del agua y la reificación de los recursos hídricos del planeta
Autora: Maude BarlowPresidenta nacional del Council of Canadians (Consejo de los Canadienses)Presidenta del Comité sobre mundialización del agua del IFG
DENISE
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Es mi madre, la que me parió, la que me crió, la que me educó, la que me
enseñó, la que me ayudó, la que me amó.
Se ha ido, de repente, sin m...
Hace 10 años
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