lunes, 27 de septiembre de 2010

Explotación, exportación y comercialización del agua XII

Las Industrias de Alta Tecnología, Grandes Acaparadoras del Agua


Conflictos parecidos sobre el agua están produciéndose más y más en la industria de la informática en que las grandes empresas están reclamando una porción desmesurada de los suministros de aguas locales. Los fabricantes de computadores utilizan grandes cantidades de agua dulce desionizada para producir sus mercancías y por lo tanto, siempre están buscando nuevas fuentes de agua. Esta búsqueda está enfrentando cada vez más las grandes sociedades de alta tecnología contra las personas económica y socialmente marginadas en la batalla por los recursos locales.
La electrónica es el sector de fabricación de mayor crecimiento en el mundo, según la Silicon Valley Toxics Coalition. Gigantes tales como IBM, AT&T, Intel, NEC, Fujitsu, Siemens, Phillips, Sumitomo, Honeywell, y Samsung tienen una cifra de venta neta anual que supera el producto interior bruto de muchos países. Si en un prinicpio se pensó que se trataba de una industria no contaminante, la alta tecnología no ha tardado en dejar en poco tiempo un estremecedor legado de polución. El Valle de la silicona tiene más lugares declarados altamente tóxicos por la Ley de protección medioambiental de los EE.UU. que cualquier otra región del país, sin hablar de más de 150 capas subterráneas contaminadas, muchas de las cuales se relacionan con la fabricación de alta tecnología. Casí el 30 por ciento de las aguas subterráneas debajo y en los alrededores de Phoenix, Arizona, ha sido contaminada y bastante más de la mitad es imputable al sector de la alta tecnología.
En la actualidad existen unas 900 plantas de fabricación de condensadores o fábricas de transformación en el mundo que se dedican a producir soportes para los chips informáticos. Otras 140 fábricas están en vías de construcción. Este tipo de fábricas consume una impresionante cantidad de agua. A modo de ejemplo, Intel Fab, que se ubica en pleno desierto cerca de Alburquerque, Nuevo México, tiene permiso para consumir unos 18 millones de litros de agua al día, es decir lo bastante para abastecer una pequeña ciudad.
A este ritmo (incluyendo las nuevas fábricas en construcción) la industria estará consumiendo más de 15.000 millones de litros de agua y produciendo más de 300 mil millones de litros de aguas inmundas cada año. Buena parte de estas nuevas construcciones están teniendo lugar en los países donde hay escasez de agua o en el desierto, pero como dicen los activistas del lugar, "el agua fluye río arriba hacia el dinero."
La pregunta es: ¿de dónde saldrá el agua? El Southwest Network for Economic Justice y la Campaign for Responsible Technology explican: "En una esfera de tan contados recursos, se inicia una lucha entre los que han disfrutado tradicionalmente de ellos y los recién llegados que contemplan esos recursos con ambición."
Las empresas de alta tecnología están recurriendo a determinados mecanismos para obtener el derecho de aguas: tarificación del agua, con la que la industria puede presionar a los gobiernos para conseguir subvenciones y los equipos municipales de los servicios de abastecimiento que les permite bombear el agua directamente, con lo cual pagan mucho menos que el precio que le corresponde pagar a las residencias particulares; prospección minera del agua, mediante la cual las empresas obtienen los derechos para vaciar las capas acuíferas al tiempo que aumentan los costes de acceso que tienen que pagar los pequeños consumidores tales como las granjas familiares; explotación del agua que permite a la industria adquirir el derecho de aguas de los ranchos y agricultores; y vertido de desechos, manera en que la industria contamina las fuentes de agua locales para luego pasar factura a la comunidad.
Pese a la creciente demanda industrial, los programas de conservación dirigidos hacia el ciudadano de a pie no se aplican a la industria. "Mientras que algunos residentes tuvieron que arrancar su cesped el año pasado [1996] para ahorrar agua, " comenta el diario Albuquerque Tribune sobre un proyecto de conservación municipal, "el agua corría a raudales por los grifos de la industria." Mientras los residentes tuvieron que reducir su uso en un 30 por ciento, la Inter Corporation, compañía dedicada a la creación de programas informáticos, tuvo licencia para aumentar su uso en un porcentaje idéntico. Además, Intel paga por el agua cuatro veces menos que los habitantes de la ciudad. Pero la tendencia más preocupante de todas sin embargo, reside en la destrucción deliberada de una acequia - sistema colectivo de irrigación agrícola tradicional en los pueblos - para colmar el insaciable apetito de los colosos de la alta tecnología.
Bajo el nuevo sistema comercial, el agua es arrancada de su tierra de origen para transportarse a lo lejos; esto es un anatema en relación con los usos y costumbres indígenas. Recogiendo las palabras de John Carangelo, mayordomo de la Asociación de la Acequia de La Joya, "en Nuevo México, se supone que cuando el abastecimiento total y limitado del agua ya tiene dueño, el emplazamiento de una industria de alta tecnología depende de la compra de los derechos existentes. Esta alta demanda de agua y los enormes recursos financieros de los que disponen convierten al agua en un preciado producto comercial." Carangelo advierte que el comercio del agua podría vaciar los campos de América.
Es evidente que las fuentes locales disponibles no bastarán para colmar las necesidades industriales, en vista del empobrecimiento de las capas acuíferas que se está produciendo en muchas regiones en las que preponderan las industrias de alta tecnología. Las empresas están empezando a buscar nuevas fuentes de agua más allá de sus propios países; el comercio mundial del agua proveé una nueva fuente posible. En vista del crecimiento acelerado de las empresas de alta tecnología en el tercer mundo, y particularmente en China, es perfectamente factible que las exportaciones actuales del agua a granel se estén negociando para colmar el voraz apetito que la industria tecnológica mundial tiene por el agua.

Informe:EL ORO AZUL. La crisis mundial del agua y la reificación de los recursos hídricos del planeta
Autora: Maude BarlowPresidenta nacional del Council of Canadians (Consejo de los Canadienses)Presidenta del Comité sobre mundialización del agua del IFG