Tras un velo líquido guarda sus secretos.
Ante nuestra incomprensible incoherencia ella se muestra discreta.
Se derrama sobre la vida inundando nuestro mundo; siendo parte de él.
Contesta nuestros deseos regalándonos efímeros cristales de hielo; que no sabemos ver.
Responde los agravios en gestos microscópicos disonantes y difusos; como guíando las palabras de lo que debe ser.
Una voz amiga, un sincero aliento, genera la vibración positiva del esencial elemento que refleja en bienestar los buenos deseos.
Los cristales de hielo descubiertos por Emoto Masaru responden a las vibraciones sonoras; dando lugar a una expresión cristalina de las moléculas.
Una voz amiga, un sincero aliento, genera la vibración positiva del esencial elemento que refleja en bienestar los buenos deseos.
Los cristales de hielo descubiertos por Emoto Masaru responden a las vibraciones sonoras; dando lugar a una expresión cristalina de las moléculas.
Buscando la relación del agua con la salud, fué que encontró este tesoro, experimentando la reacción del elemento ante sus palabras.
Tomemos conciencia, entonces, de que el agua es la sangre que circula por nuestra madre tierra, evitemos que se desangre. Sus gritos en silencio se escuchan en las playas, los ríos, en el contenido del vaso que bebes, al pasar por tu garganta.
Que el agua fluya pura por tu boca; en cada sorbo ,un buen deseo, reflejado en nuestras palabras.
1 comentario:
Hola Ramiro, ¡qué interesante blog! me alegro de que la causalidad te trajera al mío. Tengo una relación muy especial con el agua. Yo también te visitaré a menudo.
Un abrazo
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