El agua recorre nuestro organismo revitalizando cada célula como un río de vida alimentando la tierra.
En el ciclo interno de nuestro cuerpo distribuye los nutrientes necesarios para seguir viviendo, es por ella que tenemos lágrimas de alegría o tristeza, llevándose en su caudal las impurezas.
Son estas palabras gotas salpicadas en la pantalla, las que me recuerdan la fuente de poder que se encuentra en sus moléculas, como un prisma de cuarzo transparente tiene la capacidad de transformar la luz blanca en los siete colores que pintan nuestras esperanzas.
Este líquido díafano, brillante, puro y benéfico que puede transmutar en su romance con el sol, me demuestra la simpleza del alfa y el omega, el principio de las cosas se resume en sus secretos y el final es el inalcanzable misterio.
Estas letras que caen como rocío de pensamientos, sudan entre mis dedos para inundar este texto; buscando la fuente de la vida eterna como líquido derramado sobre la hoja de un libro.
Adios y espero haberlos salpicado un poquito.
DENISE
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Es mi madre, la que me parió, la que me crió, la que me educó, la que me
enseñó, la que me ayudó, la que me amó.
Se ha ido, de repente, sin m...
Hace 10 años
1 comentario:
Ramiro...
EXCELENTE!!! el blog, muy completo.
Felicitaciones...
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