sábado, 27 de diciembre de 2008

Explotación, exportación y comercialización del Agua VI

El Impacto de la Mundialización



Todo Esta en Venta



El modelo de desarrollo que prevalece en nuestra época es el de la mundialización económica, sistema que radica en la creencia que una sola economía mundial con reglas universales establecidas por las empresas y los mercados financieros resulta inevitable. La libertad económica, y no la sana administración de la democracia o de la ecología, es la metáfora que escogen los que tienen el poder en esta era posterior a la Guerra Fría. De allí que el mundo esté viviendo una de las mayores transformaciones de su historia. En el corazón de dicha metamorfosis asistimos a un asalto masivo contra prácticamente todos los elementos que componen la vida.Todo está en venta, incluso cuando se trata de conceptos que otrora se consideraban sagrados, tales como la sanidad y la educación, la cultura y el patrimonio, los códigos genéticos y las semillas, y los recursos naturales como son el aire y el agua. Estos servicios y recursos están siendo cada vez más controlados por un puñado de grandes multinacionales que van acuñando las leyes nacionales e internacionales según el dictado de sus intereses. El Instituto de Estudios Políticos con sede en Washington advierte que las doscientas mayores multinacionales ya son tan grandes que sus ventas totales sobrepasan las economías conjuntas de 182 países y poseen casi el doble de los ingresos económicos de las cuatro quintas partes menos favorecidas de la humanidad. Entre las cien economías más grandes del mundo, 53 son multinacionales.

Una nueva realeza mundial es la que ahora planifica el mercado desde un punto central, destruyendo vidas y la naturaleza por donde quiera que pisa. En palabras del escritor y ex consejero principal de la Agencia de Desarrollo Internacional de los EE.UU. (USAID), David Korten, "el mundo se encuentra ahora gobernado por un casino financiero mundial cuyos empleados son banqueros anónimos y especuladores que trabajan con una mentalidad de borregos en el oscuro mundo de las finanzas mundiales. Cada día mueven más de dos billones de dólares en el mundo entero buscando beneficios rápidos y paraísos fiscales, consiguiendo que los cambios monetarios y la Bolsa hagan todo tipo de piruetas que nada tienen que ver con nuestra realidad económica. Construyen y destruyen economías nacionales sin tan siquiera cejar, compran y venden empresas y mantienen a los políticos a la merced de sus intereses."



Informe:

EL ORO AZUL

La crisis mundial del agua y la reificación de losrecursos hídricos del planeta

Autora: Maude Barlow

Presidenta nacional del Council of Canadians (Consejo de los Canadienses)

Presidenta del Comité sobre mundialización del agua del IFG

Gotera cerebral

Por goteras del tiempo
escurren las palabras
entre los techos
de la ignorancia.

Una a una caen,
se agolpan,
golpeando en el suelo
sus exclamaciones y letras,
se amuchan en frases
formando charcos de párrafos
de aciertos y fracasos.

La afinidad y polaridad
de cada gota traerá,
alguna idea inconclusa
de una obra genial.

Pero la tormenta ya acaba,
el suelo absorbe insaciable hasta el fin,
se traga las comas,
los puntos y espacios;
ya nada quedará,
solo una mancha de genialidad.

Uno a uno caeremos
devastados por la incoherencia
de acciones ajenas
a nuestra conciencia.

Las aguas que bajan, jamás serán las mismas al volver

Por qué todavía no me compré un DVD

Por Marciano Duran
Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco. No hace tanto con mi mujer lavábamos los pañales de los críos. Los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita; los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar. Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda (incluyendo los pañales). ¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó tirar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el bolsillo y las grasas en los repasadores. Y nuestras hermanas y novias se las arreglaban como podían con algodones para enfrentar mes a mes su fertilidad. ¡Nooo! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades. ¡Guardo los vasos desechables! ¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez! ¡Apilo como un viejo ridículo las bandejitas de espuma plástica de los pollos! ¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida. ¡Es más! ¡Se compraban para la vida de los que venían después! La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, fiambreras de tejido y hasta palanganas y escupideras de loza. Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de heladera tres veces. ¡Nos están fastidiando! ¡¡Yo los descubrí. Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.¿Dónde están los zapateros arreglando las medias suelas de las Nike? ¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando sommiers casa por casa? ¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista? ¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?Todo se tira, todo se desecha y mientras tanto producimos más y más basura. El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad. El que tenga menos de 40 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el basurero!! ¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de........... . años! Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII). No existía el plástico ni el nylon. La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en San Juan. Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban. De por ahí vengo yo. Y no es que haya sido mejor. Es que no es fácil para un pobre tipo al que educaron en el 'guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo' pasarse al 'compre y tire que ya se viene el modelo nuevo'. Mi cabeza no resiste tanto. Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que además cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real. Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo) Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo.Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar(porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita. ¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos. ¡¡Como guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!! ¡Guardábamos las chapitas de los refrescos! ¡¿Cómo para qué?! Hacíamos limpia-calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela. ¡Tooodo guardábamos! Las cosas que usábamos: mantillas de faroles, ruleros, ondulines y agujas de primus. Y las cosas que nunca usaríamos. Botones que perdían a sus camisas y carreteles que se quedaban sin hilo se iban amontonando en el tercer y en el cuarto cajón. Partes de lapiceras que algún día podíamos volver a precisar. Tubitos de plástico sin la tinta, tubitos de tinta sin el plástico, capuchones sin la lapicera, lapiceras sin el capuchón. Encendedores sin gas o encendedores que perdían el resorte. Resortes que perdían a su encendedor. Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores descartables. Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del corned beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave.
¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.
Las cosas no eran desechables. Eran guardables..
¡¡Los diarios!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para poner en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver!!. ¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne!
Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los cuentagotas de los remedios por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos. Y las cajas de cigarros Richmond se volvían cinturones y posa-mates y los frasquitos de las inyecciones con tapitas de goma se amontonaban vaya a saber con qué intención, y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía 'este es un 4 de bastos'.
Los cajones guardaban pedazos izquierdos de palillos de ropa (broches) y el ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en un palillo. Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden 'matarlos' apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada. Ni a Walt Disney. Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: 'Cómase el helado y después tire la copita', nosotros dijimos que sí, pero, ¡minga que la íbamos a tirar! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de bollones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos.
Ah¡ No lo voy a hacer!Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad es descartable.Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas. Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer.
No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne.
No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo y glamour.
Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares.
De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la bruja como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva.
Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la bruja me gane de mano y sea yo el entregado.
Hasta aquí.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

El niño y su ambiente

Aunque el 70% del planeta está cubierto por agua, sólo el 3% es agua fresca.
De este porcentaje, dos tercios está congelada en glaciares, dejando solo un 1% disponible para el consumo humano. Bajo condiciones naturales, el agua solamente debería contener componentes químicos como sales minerales y materia orgánica, generalmente a concentraciones seguras para el consumo humano y no debería contener organismos patógenos como bacterias, parásitos, hongos y virus, ni tampoco sustancias químicas de síntesis humana.
Sin embargo, la industria, agricultura y urbanización han contaminado las
fuentes y reservorios de agua, haciéndola insegura para el consumo humano.


PROTEJA A LOS NIÑOS DE LA CONTAMINACIÓN DEL AGUA

- Si es posible, realice o exija que se controle con pruebas frecuentes para evaluar
la calidad biológica pero también química del agua para consumo humano y animal.
- Asegúrese del origen del agua que usa para consumir y bañarse, regar las
verduras y lavar los alimentos y utensilios.

- Si tiene dudas, hiérvala durante 1 minuto; este tiempo es suficiente para matar
microorganismos indeseables y librar al agua de consumo de la posible contaminación biológica. Este proceder no elimina la contaminación química y muy por el contrario, si se excede en el tiempo de hervor, el agua hervida puede concentrar algunas sustancias químicas (nitratos y plomo, por ejemplo) haciéndola aún más tóxica. Otra opción para controlar la contaminación biológica es agregar 2 gotas de lavandina “por litro”; ¡no más! porque también el agregado
de cloro podría resultar tóxico para aquellos que la consuman.
- Tome medidas elementales de ahorro de agua potable. Por ejemplo, mantenga las canillas cerradas, para que no goteen. No abra la ducha para "calentar el baño". Ahorrar agua es un acto de responsabilidad y solidaridad. Una canilla que gotea un día entero pierde 46 litros de agua. En una ducha normal de 5 minutos se utilizan 135 litros de agua. El agua que uno desperdicia es la que otros niños no tienen para beber y cubrir sus necesidades básicas de agua potable. Recuerde que el agua debe ser tratada y controlada para asegurar un consumo seguro y que este proceso tiene un costo.
- Si es necesario, instale en su casa filtros depuradores de agua que remuevan el plomo,
componentes orgánicos, compuestos clorados y bacterias.


EFECTOS SOBRE LA SALUD DEL AGUA CONTAMINADA

Los síntomas provocados por ejemplo por la ingesta de agua contaminada por agentes biológicos (bacterias, parásitos y virus) pueden ser gastroenteritis, diarreas, dolor de cabeza y dolor abdominal, vómitos y fiebre.
Los síntomas de intoxicación por ingestión de agua contaminada por agentes químicos (metales: plomo, mercurio y arsénico) son aquellos producidos por la exposición aguda o crónica a metales pesados, pero el agua también puede contener químicos volátiles, plaguicidas, residuos industriales y otros. Los contaminantes químicos y biológicos, en bajas o altas dosis, la hacen no apta
para el consumo humano, deben estar libres de ellos para poder ser consumida especialmente por los niños y las mujeres embarazadas, prestando atención a que la absorción no sólo se produce por el aparato digestivo sino también a través de la piel y por inhalación de vapores (por ejemplo, cuando se toma un baño o ducha).