Por goteras del tiempo
escurren las palabras
entre los techos
de la ignorancia.
Una a una caen,
se agolpan,
golpeando en el suelo
sus exclamaciones y letras,
se amuchan en frases
formando charcos de párrafos
de aciertos y fracasos.
La afinidad y polaridad
de cada gota traerá,
alguna idea inconclusa
de una obra genial.
Pero la tormenta ya acaba,
el suelo absorbe insaciable hasta el fin,
se traga las comas,
los puntos y espacios;
ya nada quedará,
solo una mancha de genialidad.
Uno a uno caeremos
devastados por la incoherencia
de acciones ajenas
a nuestra conciencia.
DENISE
-
Es mi madre, la que me parió, la que me crió, la que me educó, la que me
enseñó, la que me ayudó, la que me amó.
Se ha ido, de repente, sin m...
Hace 10 años
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