jueves, 2 de diciembre de 2010

Explotación, exportación y comercialización del agua XV

El Comercio Mundial del Agua

¿Canadá y Alaska: La OPEC del Agua? 2º parte


Crewdson señala que en 1995 un petrolero fletado por Mitsubishi para el transporte de productos derivados del petróleo para su transformación en el extranjero aprovechó para cargar unos seis o siete millones de litros del agua de Eklutna con destino a Japón. Piensa que esto puede haber sido el primer traslado de agua por petrolero de EE.UU. y cuando se supo la noticia, recibió llamadas de empresas interesadas en hacer negocio en Nueva York, en la ciudad de Washington y en Charleston, Carolina del Sur. Crewdson añade que se puede hacer más dinero con la exportación de agua a granel que con la embotellada.

Un empresario decidido a enriquecerse con la exportación del agua de Alaska, ha dedicado gran parte de su carrera a ejercer su influencia en la acuñación de las políticas del sector público sobre el agua. Ric Davidge, presidente de la Arctic Ice and Water Exports, trabajó en el Ministerio del Interior de los EE.UU. como presidente del grupo de Política de las Tierras Federales y ejerció como asesor clave tanto para el gobierno federal como para el del estado de las operaciones de limpieza de la marea negra producida por el Exxon Valdez. En su calidad de director de recursos hídricos de Alaska, Davidge se ocupó de iniciar la comercialización del agua del estado y estableció el marco político que permitió la exportación del agua. Poco después de haber puesto en movimiento las ruedas de la exportación, pasó a trabajar en el sector privado empezando una compañía de exportación de agua. Ahora se le conoce como el "zar del agua de Alaska."

En el curriculum de Davidge se puede leer que provee una "amplía gama de servicios de asesoría a las empresas nacionales y extranjeras deseosas de desarrollar la exportación de agua de Alaska, ya sea a granel o embotellada." Entres sus clientes figuran empresas de Arabia Saudí., Taiwan, Alaska, Washington, Canadá, Corea del Sur, Tanzania, Japón, México, California y Nevada.

Hay quién afirma que la exportación de agua a granel es demasiado costosa para ser económicamente viable, sugiriendo que el futuro está en la desalación o potabilización del agua marina. El Banco Mundial recuerda no obstante que el mundo ya ha gastado sus reservas de agua asequibles y fácilmente accesibles; los costes financieros y medioambientales que supone la obtención de nuevos suministros, cualquiera que sea la forma en que se desarrolle, serán de dos a tres veces mayores que los de las inversiones actuales, pero por onerosa que sea esta propuesta, la demanda estará allí.

Aunque algunos países terminarán recurriendo a la desalación, se trata de un procedimiento extremadamente costoso, y que precisa de un gran volumen de carburantes fósiles. Los únicos países en medida de contemplar proyectos de desalación o potabilización masiva serían los que disponen de abundantes fuentes de energía, sin olvidar que estos proyectos recrudecerían el calentamiento del planeta - que es justamente la crisis que está siendo agravada por la penuria de agua dulce.

Davidge recuerda que el precio del agua a dólar unidad ya es más alto que el de la gasolina una vez refinada. "La carestía promete ser total, desde las bebidas gaseosas al vino francés pasando por los microchips cuyos precios se dispararán a medida que las reservas de agua potable se irán agotando." Aduce que es más oneroso y más destructivo para el medio ambiente producir agua potablizada que transportar agua a granel en petroleros y sacos de agua.

El empresario de Quebec Paul Barbeau de Aquaroute, Inc., compañía "dedicada al transporte de agua corriente" está de acuerdo con este punto de vista. Afirma que el agua se puede exportar facilmente por petrolero casi sin previo aviso. Informa que en su empresa anterior, Enercem Tankers, convirtió un petrolero en un navío de transporte de agua que fue usado para trasladar agua del Canadá a las Bahamas. "Captar el agua es tárea fácil. Basta que una embarcación a flote bombee lo que se puede declarar como lastre. Esto se hace todos los días en cualquier embarcación que circula por la costa o en alta mar o aún más sencillamente para cualquiera de los remolques que ya navegan por los Grandes Lagos. Ya disponemos de las herramientas necesarias para la exportación del agua a flote. Lo que nos falta es que se legifere esta actividad con precisión para impedir prácticas piratas."

Algunos ecologistas han llegado a creer que la reificación y el comercio del agua resulta inevitable. Según Allerd Stikker, "es muy probable que a principios del siglo XXI, el agua potable empiece a convertirse en una gran mercancía regional e interregional, que se produzca y se negocie en volumenes impensables hoy día."

Sobre todo a la luz de la mundialización económica, el pensar que los traslados transfronterizos masivos de agua no es económicamente viable, es un mito. La única diferencia entre éstos y otros megaproyectos estriba en que el agua se convierte en un producto que se traslada de un lado de la frontera a otro. El propósito de estos megaproyectos es idéntico al de los proyectos de agua doméstica y se rigen por el mismo análisis económico. No hay motivo para pensar que los subsidios masivos que el gobierno concede a las actividades industriales y agropecuarias se vayan a acabar en un futuro próximo. Las grandes multinacionales que se dedican a industrias que exigen muchos recursos hídricos esperararán de sus gobiernos respectivos que encuentren y financien los suministros de agua que necesitan antes de tomar decisiones relativas a las inversiones y a la producción.

Informe:EL ORO AZUL. La crisis mundial del agua y la reificación de los recursos hídricos del planeta
Autora: Maude BarlowPresidenta nacional del Council of Canadians (Consejo de los Canadienses) Presidenta del Comité sobre mundialización del agua del IFG

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